Errores por facturación, todos queremos evitarlos porque sabemos que no nos conviene estar en una situación de irregularidades con el Servicio de Administración Tributaria SAT, porque evitar cualquier tipo de penalización es una forma de mantener nuestras finanzas seguras y sin pagos inesperados por hacerle al SAT.

Según el diario El economista, el pasado 24 de febrero, reportó en su nota “Errores en facturas electrónicas valen 3,950 mdp”, tenemos que efectivamente:

“Alrededor de 2.5% de las facturas electrónicas que reciben las empresas tienen errores, y ello deja pérdidas al contribuyente por 3,950 millones de pesos por la no deducibilidad del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el no acreditamiento del Impuesto al Valor Agregado (IVA)”

Sí, aún en esta era donde los sellos de compra segura nos dejan tranquilos al comprar online o donde los sitios de bancos cuentan con una seguridad implacable o qué decir, cuando mantenemos vía online nuestra información fiscal, aún pese a las evidencias de la seguridad en la red tendemos a desconfiar un poco, a ser un tanto reticentes al respecto porque sabemos el valor que tiene nuestra información.

Pensamos quizá: si yo puedo acceder a mi información de una forma tan sencilla ¿qué evitará que alguien más lo haga también?, hablemos hoy un poco sobre esto.

El darse de baja en hacienda es también conocido como presentar un aviso de suspensión de actividades al Servicio de Administración Tributaria (SAT), pero esto a pesar de ser una acción que podemos llevar a cabo cómodamente vía web en el sitio del SAT tiene sus detalles.

Si no tenemos en cuenta que podemos ganarnos un par de penalizaciones por no cumplir correctamente con este trámite terminaremos pagando por ello, cosa que no nos conviene.

El contador es ese profesional que en ocasiones vemos solamente una vez al mes, cada que nos toca presentar la declaración y al que vemos quizá más cuando nos toca presentar la declaración anual.

No decimos que sea malo no ver diariamente al contador, de hecho es bueno porque representa que todo anda bien en nuestras finanzas, que no hay contratiempos de último momento por controlar o que la contabilidad tiene un funcionamiento de reloj suizo que no requiere de que presentemos mayor evidencia de que todo está en regla salvo las que son obligadas.

Pero a veces las funciones del contador se nos confunden porque no sabemos muy bien si es un auditor, es un asesor financiero o es una ayuda externa de la empresa de quien podemos disponer cuando nos dé la gana, y de eso nos gustaría hablar hoy para que si no es que todas las dudas sean resueltas, sí la mayoría de ellas.